Estos simpáticos elefantitos son en realidad huchas diseñadas con el objetivo de incentivar en los niños el hábito del ahorro. Aparte de esa función principal, son tan bonitos que quedan bien decorando cualquier estantería.
Guardar las monedas se convierte en un acto divertido: solo hay que depositarlas en la punta de la trompa, para que caigan rodando hacia el interior del cuerpo del animal.
